miércoles, 15 de abril de 2015

Paulo Freire. Pedagogía del oprimido y liberación.

Freire describe la sociedad de la opresión como una situación de dehumanización del hombre en la que deja atrás la condición de libertad que debe acompañar a éste. Además esta situación condiciona la libertad de los dos componentes de la opresión, tanto opresor como oprimido y el único modo de revertir esto consiste en la toma de conciencia de los oprimidos hacia su posición para a partir de ahí comenzar un proceso de liberación que lleve a la humanización de ambas condiciones. Se encuentra por tanto una situación paradójica el oprimido, un desafío, el de transformar la realidad y renunciar a su posibilidad de convertirse en opresor pues sólo así, en igualdad, habrá libertad para todos.
Consideraba Freire la educación bancaria o tradicional como una forma de opresión en tanto en cuanto el alumno, que debería ser sujeto y protagonista de su educación, queda relegado a un objeto de este proceso en cuanto su único papel se limita a memorizar los conocimientos transmitidos por el maestro (opresor) el cual también queda deshumanizado. El camino que marca Freire para alcanzar la libertad tiene como protagonista al diálogo y su elemento constitutivo, la palabra. En la educación el diálogo entre alumno y profesor debe ser la manera de generar el conocimiento, que no se transmite, sino que se construye en proceso de educación recíproca, destruyendo así la pasividad del educando y facilitando así acabar con la opresión. 
Por todo ello, la gran importancia de la palabra y el diálogo convierte colateralmente a la alfabetización en el proceso clave para el cambio. La adquisición y profundización de la palabra permite a los hombres comenzar a liberarse ya que esta adquisión supone también una toma de conciencia sobre el propio hombre, su historia, y su capacidad y responsabilidad de hacer uso de la palabra aprendida para cambiar la realidad.
En todo este proceso de cambio, acción y reflexión deben actuar conjuntamente y mediante la práctica para adquirir validez, ambas en relación dialéctica establecen la praxis del proceso transformador. 
La metodología transformadora de Freire se asemeja a la Marx en cuanto a la imporancia que le dan a la sociedad como protagonista de su propio cambio y sobretodo a la necesidad de ir más allá de una reflexión crítica sobre la realidad, al volver sobre ésta misma para entonces, cambiarla.

Bibliografía:
  • Apuntes de clase.

1 comentario:

  1. A ver si lo he entendido bien, si yo jugara el papel de opresor, ¿qué podría utilizar como recipiente de conocimiento? ¿Un cochinillo abierto en canal o un pollo deshuesao? Te recuerdo amigo Álvaro que soy charcutero, y de los mejores de Castilla y León y necesito tu respuesta para mejorar mi negocio. Gracias de antebrazo.

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