martes, 30 de diciembre de 2014

Fundamentos de la educación.



En los pilares de la educación encontramos dos términos: fenomenología y antropología, que permiten un acercamiento hacia el estudio de la misma desde dos puntos de vista diferentes. Cuando hablamos de fenomenología nos referimos al estudio sistemático de la subjetividad (Tesch, 1990: 48).
Un estudio fenomenológico describe el significado de las experiencias vividas por una persona o grupo de personas acerca de un concepto o fenómeno, por lo que dentro del ámbito escolar su objetivo es la búsqueda y descripción que las personas otorgan a su vivencia en su etapa educativa.
La fenomenología se presenta como una reflexión filosófica que quiere fundamentar firmemente la objetividad del saber mediante un método. Dentro de la fenomenología se diversifican algunas ramas como es el caso de la fenomenología hermenéutica o interpretativa, la cual como su nombre indica, va destianda a interpretar la realidad observada, la comprensión del fenómeno.
Todo esto pone de manifiesto que la principal influencia de la fenomenología en la educación radica en su capacidad de penetrar en el fenómeno educativo y reflexionar sobre él, entendiéndolo como un proceso que se extiende a lo largo de la vida.
El segundo término al que me refería al principio de este escrito, la antropología, es tan importante como el primero, pero tiene un sentido completamente diferente, si bien la fenomenología se refería al estudio de la experiencia, la antropología se centra en lo práctico, lo físico, en como el ser humano se sustenta en su propio cuerpo, cuyas funciones y desarrollo permiten al individuo ir evolucionando y construir conocimiento a partir de él y de su relación con el mundo, tanto a nivel educativo como personal.
Lo interesante de este concepto es que si bien el cuerpo favorece el desarrollo educativo, la propia pedagogía tiene la responsabilidad de desarrollar las funciones corporales de los niños ,las prácticas pedagógicas corporales constituyen el eje por medio del cual el proyecto de la escolarización se hace factible.
Así pues podemos concluir que la educación ha de contemplar por igual ambas vertientes, una más filosófica y reflexiva y la otra pragmática para lograr una equilibrada comprensión y desarrollo de la vivencia educativa del ser humano.

 Fin de profundizar un poco más en los dos conceptos, adjunto dos archivos que abordan la relación entre antropología y fenomenología con educación por separado

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